La baraja del amor
El amor es un juego de tramposos en el que siempre alguien lleva un as en la manga. Yo también he jugado alguna vez ocultando al rey de corazones con la esperanza de que ella tuviese a la reina, pero, cuando todo estaba a mi favor, pintaron bastos y volví a perder todas las fichas.
Reina de corazones.
En el amor hay mucho as con vocación de rey que por no elegir la estrategia correcta se queda en un cinco cualquiera. También están los doses, esas parejitas idénticas, adorables y modélicas que no se las cree nadie. Los treses son desconcertantes porque dependiendo del momento pueden sorprenderte teniendo una actuación de diez, o desinflarse insignificantes volviendo a casa a orar al dios Onán como hacen la práctica totalidad de los seises. Los treses también encierran un significado metafórico porque hay quien sostiene que el matrimonio es una carga tan pesada que debe llevarse entre tres.
Los cuatros, cincos, seises y sietes varían sus comportamientos en función de con quién se junten. Su valor aumenta o disminuye como los valores bursátiles. Si queréis ver a alguno, basta con salir a la calle. Con las sotas el asunto toma temperatura. Las sotas son como esas femme fatales de las películas españolas que no le gustan a nadie pero se acaban acostando hasta con la maquilladora.
Sota de oros.
En el asunto de los caballos no entraré en profundidad por no herir susceptibilidades. Sólamente señalar que, como el pintor Salvador Dalí, pienso que no hay que quedarse en la imagen meramente física de la pareja o del animal en cuestión. La belleza está en el interior.
Los reyes y las reinas son palabras mayores. Por ellos se pelea todo el mundo y encajan bien en cualquier situación. En ocasiones prefieren no mezclarse con el populacho y mantener relaciones entre ellos mismos. Reyes con reinas. Reyes con reyes. Reinas con caball… ¡Perdón! No sé en qué estaría pensando.
Si te quedas fuera de juego, sé consciente de que siempre tiene que haber algún joker haciendo el payaso. Lo más importante es saber tu rol dentro la partida para que no te pillen en un farol. Y en caso de que las naipes de corazones vengan mal dadas, antes de jugártelo todo a la suerte de los tréboles, ponte una peli con dos rombos, huye de los bastos y las espadas y resguárdate al calorcito de las copas.
Sombras en la ciudad 
En la baraja del amor, nunca hay una jugada perfecta, ni una mano ganadora; solamente la convinación de lo que lleves y como lo juegues te puede hacer ganador o perdedor, porque la delgada linea que separa estos estremos se mueve mas que la luna a nuestro alrededor.
Porque ¿dónde termina el sexo y comienza el amor?, ¿Cuándo se termina el amor y comienza el tedio?. Cuando hablamos de amor de pareja queremos expresar simplemente una tremenda exageración de la diferencia que existe entre la persona amada y todas las demás, sin embargo es simplemente un espejismo que, como todos los espejismos, termina dsvaneciéndose poco a poco con los roces de la convivencia dejandonos ante un ser que se va desvaneciendo con el paso del tiempo. O no?
Hay que intentar no dejarse vencer por el tedio. El tedio puede atacar a cualquier aspecto de la vida, al amor también, quizás haya que plantarle batalla como a tantas otras cosas. Tú mismo das una buena respuesta en tus primeras líneas: «Sólamente la combinación de las cartas que lleves y cómo las juegues te puede hacer ganador o perdedor». Es decir, la victoria no la tiene el tedio, está en nuestras manos.
El artículo ha sido impresionante, bello y profundo al mismo tiempo. Pero me temo que al final, sea de una manera o de otra, sólo nos espera la más humillante de las derrotas. No se puede ganar en este juego, lo único que podemos hacer es disfrutar de los breves momentos en que la transitoria locura del enamoramiento nos hace sentir tan felices que nos olvidamos de todo.
Sé que mi visión es muy pesimista, quizá demasiado, pero hoy lo veo así. Y no puedo dejar de recordar la acertada frase de Goethe:
«El amor es algo ideal, el matrimonio es real. La confusión de lo real con lo imaginario jamás queda impune»
Quizás sea que sólo ganan los reyes y las reinas y que ni tú ni yo somos reyes o reinas. Quizás haya que buscar la ubicación de cada persona. En cualquier caso, el amor es en gran medida una creación artificial del hombre que pasado un tiempo se desvanece. Comparto tus opiniones. Me siento absurdo respondiendo a estos comentarios. Parezco el consultorio de la señora Pepis. Ni que tuviese alguna solución…
Sabina dice en una canción:
«amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño
y cada vez peor
y cada vez mas rotos
y cada vez mas tu
y cada vez mas yo
sin rastro de nosotros.».
Yo discrepo desde el comienzo, para mi el amor de cualquier tipo es muy importante en la vida, la vida no es un juego y el amor tampoco; somos presonas, y digo personas dejando a un lado el genero;el amor es importante entre esas dos personas,pero tiene que existir tambien respeto, amistad,un proyecto comun en la vida; no se trata de ganadores ni perdedores,¿acaso queremos ganar en el terreno de la amistad?¿tambien considerais la amistad un juego?,yo creo que se trarta de compartir la vida,tambien los momentos de tranquilidad.
Me entristece pensar que la juventud opina que debe existir competicion con la persona amada.
Saramago decia: en la pareja hay tres personas las dos que forman la pareja y la formada por los dos amantes.
Yo creo que Marcos se refiera más al juego de la seducción que a el amor como tu lo planteas (futuro, pareja o amor fraternal o entre amigos).
De todas formas el amor entendido como enamoramiento es una reacción efimera que pasa a veces desemboca en un proyecto de vida como tu has dicho. Cosa que para mi como para Silvio Rodriguez se transforma en «hacer de la lastimar amores eternos».
ORDAGO.
Se tenian que poder editar las notas que dejamos. Ahora que la he vuelto ha leer he visto que sobran una palabra y una letra. Quedaría asi:
Yo creo que Marcos se refiera más al juego de la seducción que al amor como tu lo planteas (futuro, pareja o amor fraternal o entre amigos).
De todas formas el amor entendido como enamoramiento es una reacción efimera que a veces desemboca en un proyecto de vida como tu has dicho. Cosa que para mi como para Silvio Rodriguez se transforma en “hacer de la lastima amores eternos”.
ORDAGO.
No se pueden editar los comentarios. Si alguna vez hay algo en concreto, podría cambiarse. De todas formas, antes de darle al botoncito de publicar podrías echar un vistazo a lo que has escrito. Es otra opción.
Quizas tengas razon y Marcos quiera decir eso, nuestro diccionario tiene muchas palabras se trata de utilizar las adecuadas,de todos modos soy de la opinion que no se juega con los sentimientos de las personas;en cuanto a lo de «hacer de la lastima amores eternos”; te diré que la vida es muy corta, que solo se vive una vez, se trata de vivir y disfrutar el momento, el presente sabiendo que mañana si amanecemos tenemos que responsabilizarnos del hoy;hay que saber decir no y respetar nuestra vida,»el no que digo al mundo es un si a mi mismo».
Es importante ser uno mismo,no ser la consecuencia de los actos de los demas.
El amor encierra otros términos como seducción, relación, juego… He usado las palabras que he querido utilizar, también se trata de interpretarlas, puesto que cuando alguien escribe un texto que después lo lea otra persona se trata de jugar en la piscina de las interpretaciones. La precisión la dejo para otro tipo de textos que lo exigen más que una reflexión sobre el amor.
Son interesantes tus reflexiones, desde luego no seré yo quien lleve la contraria al maestro Saramago.