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PAH, Hegemonía y Primavera Verde

La conquista de la hegemonía, de la que hemos hablado anteriormente aquí, está siendo una vez más clave en la lucha que está llevando a cabo la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Dominar el discurso hegemónico sobre cualquier asunto es lo que suele otorgar éxito a una pugna política y es lo que han hecho a la perfección la gente de la PAH.

Esta victoria se ha levantado apoyada en dos sustentos fundamentales. Por un lado, la situación de injusticia se ha hecho evidente a ojos de casi toda la población golpeando a gran parte de la misma. En cualquier caso, no sólo esta situación de injusticia extendida y desmedida ha sido necesaria, ya que desde hace un tiempo la realidad nos muestra continuamente abusos gigantescos que no consiguen entrar en el debate público. Lo que ha sido crucial en esta batalla por la hegemonía ha sido la inteligente labor que han desarrollado los miembros de la Plataforma desde los medios de comunicación.

El respeto a la labor de los medios en los desahucios y las facilidades que han ofrecido les ha servido para ganarse la simpatía de los profesionales que trabajan «a pie de obra». Portavoces hábiles y cargados de razones como Ada Colau o Rafa Mayoral también han sido fundamentales para que su discurso calase en tanta gente. Han estado en programas apestosos sirviéndose de la plataforma mediática que se les ofrecía para colar su discurso de manera muy brillante.

Una de las últimas polémicas surgió cuando se anunció que Colau protagonizaría un consultorio en la revista Pronto para resolver dudas relacionadas con el derecho a la vivienda. Los puristas de la lucha pusieron el grito en el cielo. Pronto es la revista más leída en todo el Estado. Si la PAH consigue hacer partícipe de su lucha a los lectores de esta publicación, señores del Gobierno vayan bajándose los pantalones. No hay antidisturbios en el mundo que aparten de ningún sitio al público lector de Pronto.

Los opinadores del Régimen, viendo que ya no son dueños de la situación, están cada vez más nerviosos. Esta semana bramaban en la COPE asociando a la PAH con ETA, llegando al disparate de exigir que se aplique la Ley Antiterrorista a la gente que participa en los escraches. Deben estar realmente jodidos y asustados para sacar la munición dialéctica del terrorismo, además de hacerlo sin sentido ninguno.

De lo que no cabe duda es que el Régimen ha desatado los frentes de la represión policial y de la criminalización mediática contra el movimiento, pero, con la hegemonía conquistada por parte de la PAH, esta vez no les va a ser tan fácil. Cada vez más gente sabe que los violentos son los policías que echan a la gente de sus casas y los que les mandan, no los ciudadanos que participan en los escraches. Y, gracias a la habilidad y la inteligencia de la PAH, cada vez más gente es consciente de que la legitimidad está con los desahuciados, aunque la legalidad esté con los desahuciadores de los bancos.

«Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera», dijo Pablo Neruda. Aunque el Régimen, en su desesperación, intente cortar algunas flores, la Primavera Verde de la PAH se ha desatado y sus aromas y colores les pasarán por encima.

Primavera Verde

Imagen: Belén Alcalde.

Reflejo en la Sombra

El reloj de tu cuarto siempre ha estado ahí. Aunque no estuviese físicamente en tu dormitorio, ese reloj ha marcado los segundos, los minutos y las horas de tu vida. Uno tras otro. Has viajado, has conocido mundo. Has vivido con distintas personas. Has estado en la cama con algunas personas. Pocas. O muchas, según cómo se mire.

 

La ilusión se acaba. La ilusión vuelve a comenzar. El cielo es gris. Y el gris es el único color que ves en tus ojos cuando te miras en el espejo. El gris del miedo. El gris de una existencia dañada, una existencia incompleta y siempre repleta. Repleta de todo: risas, llantos, alegrías, penas. Tristezas.

 

Tenue es la luz de la última estrella del cielo. La única que todavía no se ha apagado. Siempre nos queda la esperanza. Y esperamos, y esperamos, y esperamos. Esperamos. Y llega el día en que viene. O el día en que llegamos. El día en que se abre la eternidad. La eterna estupidez de la existencia dañada.

 

Memorizas todos los números de la agenda de tu teléfono. No los quieres perder. Imaginas ese momento en que pierdes el teléfono y te aterroriza. Entonces, estarías solo. Sin nadie. Volverías al momento en que naciste. Totalmente desnudo. Expulsado de un lugar cálido y seguro donde todo era previsible. Volverías al principio. A la única verdad. A la soledad.

 

Por suerte el mundo es dialéctico. Y todo tiene su contrario. Y todo es, al mismo tiempo, su contrario. El amor y el odio. La alegría y la tristeza. La vida y la muerte. La soledad y la compañía. Y como el mundo es dialéctico todo se mueve. Y de la síntesis de los contrarios surgen nuevas tesis. Y de las penas nuevas alegrías. Y de los odios nuevos amores. Y de la soledad la inevitable compañía.

Quinto reflejo en la sombra

La realidad era gris y mediocre y cuando pensábamos que no podía empeorar comenzó a ennegrecerse de forma desmesurada. Ahora la oscuridad se ha extendido como una plaga, predominan las sombras, pero nosotros nos desenvolvemos bien entre las sombras porque nos guiamos a través de los reflejos.

Si no has visto La Lengua de las Mariposas, deja de leer esto, búscala, disfrútala entera y pasa al siguiente apartado. Si la has visto sabrás que es una grandísima película de José Luis Cuerda. El director, a través de un guión en el que trabajaron Rafael Azcona y Manuel Rivas (casi nada), muestra los esfuerzos que hizo la II República para mejorar la educación en todos los rincones del país. Fernán Gómez, un genio con el que sobran las palabras, interpreta a don Gregorio un maestro de pueblo que enseña a los niños a respetar la naturaleza, a conocer la realidad circundante, a amar la vida. Don Gregorio es un maestro intachable hasta el golpe de estado de Franco de 1936. En ese momento llegan los fascistas a poner la realidad patas arriba y a don Gregorio, que ha cometido el imperdonable delito de ser de izquierdas, le dan el paseillo. Es desgarrador ver como la familia de Moncho, uno de sus alumnos más queridos, comienzan a insultarle para que no sospechen de ellos. La dignidad triste del que sabe que va a ser asesinado injustamente expresada en el rostro de don Gregorio no se me quita nunca de la cabeza. El que no haya llorado con esta película no tiene corazón.

 

 

 

Vamos a cambiar el paso para ver un vídeo de Gomaespuma. Improvisan unos chistes después de un truco de un mago en un acto de la Fundación Gomaespuma. Gomaespuma son un referente del humor. Siempre irán conmigo porque me han acompañado en muchos momentos de mi vida. Lo más novedoso de estos dos ternascos es que se conocen tantísimo que salen sin guión, no se preparan nada. Se suben a la cuerda floja de la improvisación sabiendo que si están sublimes recogerán la ovación del público, pero si dan un mal paso pueden precipitarse hacia el suelo. Lo que está claro es que tienen una red de brillantez y oficio que les hace salir airosos de todas las situaciones. Si este vídeo se ve un millón de veces, les financiarán las labores de la Fundación durante un año.

 

 

 

El siguiente vídeo es del actor mexicano Gael García Bernal en la gala de los Oscars de 2003, en plena guerra de Irak. Sale a dar un premio y, como Gomaespuma, se salta el guión, lo más sagrado de la gala para los que salen a dar una estatuilla (quería meter esta palabra). Gael dice: «La categoría es Canción Original y esta nominación viene de una película potente y vibrante llamada Frida. Narra la vida de la artista mexicana Frida Kahlo. Frida dijo una vez: Yo no pinto mis sueños, pinto mi realidad. Quizá porque estaba sola o porque era lo que mejor conocía. La necesidad de paz en el mundo no es un sueño, es una realidad y no estamos solos. Si Frida estuviese viva, estaría de nuestro lado: contra la guerra». A partir de ahí unos instantes de pánico y después comienzan a aplaudir los actores hispanos a los que se suman unos pocos más. Los productores se miran unos a otros con cara de póker mientras el realizador de la gala busca desesperadamente a alguien aplaudiendo, aunque esté rodeado de cincuenta espantapájaros.

Eso dijo Gael, pero estaba pensando: «Me da igual lo que me hayáis dicho antes porque yo voy a salir a decir lo que pienso. Soy un artista y como tal estoy comprometido con la sociedad, con lo que ocurre en el mundo. Por eso voy a salir y voy a decir en vuestras caras que sois unos auténticos hijos de puta justificando esa guerra que va a traer consecuencias mucho más importantes de lo que decís. Así que me da igual que los productores no me ofrezcáis ninguna peli más, podéis quedaros con vuestro sucio dinero para financiar la guerra. Sé que la industria de Hollywood me vetará y que no volveré a una gala de los Oscars, pero no váis a ser vosotros los que pongáis una mordaza de billetes en mi boca». Dicen que hay que llevar sombrero para quitárselo. Cada vez que veo este vídeo, me quito el sombrero delante de Gael.

 

 

 

Para acabar os dejo con una canción que adaptó Jorge Drexler en el homenaje que le rindieron en Barcelona a San Pablo Neruda hace unos años.  Un poeta gigantesco que fue capaz de decirles a los críticos que iban estrictamente vestidos de cadáveres. Sí, Jose, ya se que hay muchos amigos tuyos de la ceja, pero también están el gorro infame de Sabina o Estrella Morente viniéndose arriba. Por cierto, cantó en Burgos esta semana y puedo afirmar que a esa mujer la vibra el mundo en la garganta. Es mágica. Es artista. Es valiente. Ser hija de Enrique Morente y ahijada de Juan Diego tiene que marcar.