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Tipos de gente

Ayer por la tarde en Madrid la policía detuvo a una persona, Alex, durante una concentración enfrente del SAREB. El SAREB es el banco malo, es decir, una empresa pública (pagada con dinero de todos, de ése que recortan en pensiones) que se ha hecho con todos los activos tóxicos de varias cajas de ahorros. El motivo de la concentración era que se celebraba la Junta de Accionistas del SAREB enfrente. Aquí un vídeo de la detención:

En este hecho hay tres tipos de gente:

  1. Alex (el chico de la camisa de cuadros) y el resto de personas concentradas. La concentración estaba promovida por la Oficina de Vivienda de Madrid y otros colectivos afines, que trabajan en torno al derecho a la vivienda. Durante la concentración hablaron personas que anteriormente tenían una hipoteca con Bankia que ahora ha pasado al banco malo y que desconocen totalmente su situación. También había desahuciados y activistas de distintos espacios. Alex, en concreto, participa en el Tribunal Ciudadano de Justicia, un proyecto para documentar y recopilar información sobre la estafa financiera que está arruinando las vidas de la mayoría de la gente.
  2. La policía. Que como se ve en el vídeo detienen a una persona porque repartía panfletos y se identifica. Lo único que hace es preguntar por qué le identifican (un derecho reconocido en las leyes). Además, le empujan contra el furgón y le arrastran para meterlo en el coche.
  3. Los directivos del Sareb. La presidenta ganó más de 30.000 euros el primer mes de trabajo (por gestionar un banco que, entre otras cosas, nos ha endeudado a todos los que habitamos este país de por vida). Entre estos directivos, Rodolfo Martín Villa: gobernador civil con Franco, ministro con Arias Navarro, ministro con la UCD, gerifalte de empresas privatizadas, tertuliano de la Cadena Ser y ahora directivo del banco malo. Vamos, la encarnación pura y dura del 1%.

Ahora, algo sencillo. Vinculad las siguientes palabras al grupo que creéis que le corresponde: dignidad, respetable, admirable; miserables, cobardes, mercenarios; indeseables, gentuza, enemigos.

Ibercaja está robando a Jaime (II)

Desde el 4 de noviembre de 2010, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha paralizado 130 desahucios. Es una gotita de agua en un océano de injusticia y dominación, la cara más explícita de la dictadura bancaria en la que vivimos. Entre 2007 y 2011 había programadas más de 500.000 ejecuciones hipotecarias. Estas ejecuciones no van a echar a la calle a corruptos o a los constructores que han llevado a la ruina a este país, sino que van a por las personas más vulnerables de la sociedad.

En España, por si esto fuera poco, tenemos una de las leyes hipotecarias más injustas, con la que no sólo familias enteras son enviadas a dormir en la calle, sino que han de seguir pagando la hipoteca. Los bancos suelen subastar la vivienda por el 60% del valor tasado (o sino, como Banca InCivica, recurren a procesos extrajudiciales), con lo que no amortizan toda la deuda. En fin, un suma de injusticia que no es otra cosa que el ejemplo de la colaboración entre una clase política tan culpable de la crisis como los banqueros para quienes hacían las leyes. Necesitamos nuevo régimen y banca pública.

Pero frente a tanta injusticia, siempre hay un rayito de sol que aparece. Y este rayito de sol es la solidaridad de los vecinos y vecinas de un barrio que paraliza un desahucio. Paralizar un desahucio es una experiencia emocionante. Lo es porque experimentas la alegría de la acción colectiva, la experiencia, fundamentalmentalmente emocional, de ver que juntos podemos resistir la ignominia capitalista.

Y es sobre esa alegría, sobre la alegría de estar juntos es sobre la que tenemos que construir el cambio social. En Gamonal con Jaime el día 9 y en todos los lugares donde, día a día, las clases dominantes empobrecen nuestra vida. En EEUU ya están aprendiendo. Multipliquemos experiencias como esta en todo el mundo y no nos podrán parar:

Ibercaja está robando a Jaime

Jaime pidió una hipoteca de más de 150.000 euros hace seis años. Sí, aquellos maravillosos años. Aquellos años en los que todos querían tener una estación del AVE y un aeropuerto en la puerta de su casa (España tiene más aeropuertos que Alemania con casi la mitad de población). Mientras pagaba la hipoteca, reformaba esa vivienda que compartía con su mujer, su suegro y sus dos hijos.

Con la llegada de la crisis los ingresos familiares fueron escaseando, por lo que algún pago de la hipoteca se retrasó. Incluso en esta difícil situación, la familia de Jaime fue juntando dinero y poniendo al día los pequeños retrasos. Finalmente, Ibercaja, siempre mirando por el bien de sus clientes y el desarrollo de su obra social, subastará el piso de Jaime el 9 de febrero.

De esta forma, la familia de Jaime perderá el techo bajo el que viven, junto con todo el dinero que han pagado a los ladrones de Ibercaja. Como al parecer todo esto no es suficiente, seguirán teniendo pendiente una deuda con los chorizos de Ibercaja hasta que paguen todos y cada uno de los sucios 150.000 euros que les prestaron con intereses abusivos.

Para frenar este atropello la Asamblea de Gamonal (a la que debemos toda esta información, gracias) ha convocado hoy una concentración a las 18:00 frente a la sucursal de los mangantes de Ibercaja en Burgos, calle Vitoria número 192. La intención es que se repita durante los próximos jueves. El 9 de febrero, día de la subasta, hay convocada una nueva concentración a las 9:00 frente a los nuevos juzgados de Reyes Católicos.

Nos conceden hipotecas con unas condiciones desproporcionadas. Nos dejan sin trabajo. Nos dejan sin ingresos. Nos roban la vivienda. Nos marcan de por vida con una deuda inasumible. Los dos partidos mayoritarios responsables de confeccionar unas leyes tramposas nos atrapan en una telaraña legal que beneficia al poderoso, los bancos. En conclusión, nos mean.

Me decía un amigo que es responsabilidad del que firma la hipoteca porque no puede pagarla. ¿Y no es responsabilidad del banco conceder un préstamo a alguien con riesgo de no poder asumirlo? Si tuviésemos gobernantes dignos legislando en beneficio de los ciudadanos, existirían leyes que nos protegerían de los abusos bancarios. Pero se están dedicando a defender a los lobos de la ovejas.

Mi camarero de confianza me dijo que el 15M no ha servido para nada. Vamos a hacerle que cambie de idea porque sino tendré que cambiar yo de bar y ese me gusta.

Hoy no hablo del 15M

Bueno, pues la vida sigue, el domingo levantamos el chiringuito y ya tenemos un movimiento sano y joven lleno de ganas de organizar los barrios y las ciudades. Así da gusto.

La vida sigue, y como la vida sigue, las mismas contradicciones y los mismos de siempre provocándolas. Todos sabemos (supongo) que la indignación no se inventó el mes pasado y que antes de sol ya existían muchas organizaciones sociales que luchaban por un mundo más justo en el que los banqueros no se enriqueciesen empobreciendo a las mayorías y los políticos no fuesen sus gustosos mamporreros. Pues bien varias de estas organizaciones, entre ellas la española Setem, han creado una página web en la que nos cuentan las decentes prácticas de esa gente de bien que son los bancos.

En la página www.banksecrets.eu se puede ver en varios idiomas cómo nuestros bancos destruyen alegremente el mundo. ING financia la empresa china que financia al gobierno sudanés acusado de genocidio en Darfur; el BBVA utilizando paraísos fiscales cual traficantes de armas. Cosas que nos suponemos pero que aquí quedan al descubierto (y con un diseño elegante y eficaz, por cierto).

Lo peor es lo de siempre. Que somos cómplices. Ya hemos comentado alguna vez que vivimos en la contradicción permanente de que somos al mismo tiempo víctimas de un sistema que nos empobrece y verdugos de un mundo que empobrecemos. Aquí se refleja perfectamente. El logotipo de la tarjeta con la que sacamos el billete para tomarnos tres copas está dibujado con la tinta de sangre y lodo que el capitalismo chorrea por cada uno de sus poros.

Inmorales (II)

Entonces me cuentas una peli de malos y buenos. De la bruja y Blancanieves. Del tirano y el príncipe azul. Entonces Mubarak es un dictador corrupto que oprime a su pueblo lucrándose económicamente gracias a los bancos occidentales y a los paraísos fiscales. Por el momento le han bloqueado algunas cuentas en Suiza, aunque con los más de 30.000 millones de euros que tiene de patrimonio no me le imagino muy preocupado.

Hablas de la inmoralidad de apoyar económicamente a los dirigentes de regímenes autoritarios. Desde luego que eso es inmoral, pero yo iría un paso más allá. ¿Es moral el sistema económico actual? ¿Es moral el sistema bancario occidental? ¿Es moral la simple existencia de paraísos fiscales?

La cuarta acepción de la Real Academia Española de la Lengua recoge que la moral es la «ciencia que trata DEL BIEN GENERAL, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia». Así que, de la misma forma, podríamos decir: ¿Contribuye al bien general el sistema económico actual? ¿Contribuye al bien general el sistema bancario occidental? ¿Contribuye al bien general la simple existencia de paraísos fiscales? Contribuirán al bienestar general de sus dueños, porque lo que es al mío…

Los paraísos fiscales deberían prohibirse directamente porque son de una utilidad social nula. Esta medida la propuso Zapatero en aquellas cumbres en las que los dirigentes mundiales iban a refundar el capitalismo y lo que han hecho es apuntalarlo con la misma carne de cañón de siempre para que en todos los casinos siga ganando la banca. No hay que irse hasta Egipto para ver el daño que pueden hacer a las cuentas públicas los paraísos fiscales, aquí tenemos a los chiquillos de la Gürtel, tan traviesos ellos.

La trama Gürtel desvió importantes cantidades de dinero a paraísos fiscales.

El sistema bancario al completo es inmoral, ya que nunca busca medidas con un fin social, sino que lo que quieren es que sus cuentas tengan cada vez más ceros a costa de lo que sea. Ya lo explicaste por aquí otro día. Los bancos privatizan las ganancias y socializan las pérdidas, pero como son parte del sistema no podemos dejarles caer. Aunque a tenor de lo que está ocurriendo en Islandia, quizás no sea tan malo dejarles caer.

Dice Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, que «sin soberanía económica no puede haber soberanía política». Si el sistema económico actual no permite a los ciudadanos nada de soberanía económica, habrá que coger al sistema económico actual y ponerlo patas arriba. No vaya a ser que un día nos despertemos con hipotecas a cuarenta años y nos demos cuenta de que somos esclavos de los bancos.

Inmorales

A parte de hacerme derramar lágrimas de emoción, las revueltas en Egipto me han recordado algo. Resulta que, tras pasar a ser un dictador malo para Occidente, los bancos suizos han congelado las cuentas de Mubarak. Parece ser que, hasta ahora, no se habían dado cuenta de que Mubarak era un dictador y la procedencia de su dinero era ilegítima. Debían de pensar que todo el dinero que ingresaba lo había ganado honradamente, no sé, vendiendo alfombras.

El caso es que este hecho me ha recordado algo que ya sabía (sabemos todos): que los regímenes más sanguinarios y corruptos del mundo se construyen y se

Sobre la muerte y la tortura de millones de personas se levanta la ciudad de Zúrich.

mantienen con la entusiasta cooperación de los respetables banqueros occidentales. Esto es muchas cosas, pero esencialmente es inmoral. Dicho de otro modo, a parte de ilegítimo, corrupto, reaccionario o hipócrita, esto es esencialmente malo. Tiene que ver con la maldad, incluso en un sentido teológico. Y me da lo mismo que me acusen de maniqueo o demagogo. Los banqueros que se aprovechan y obtienen beneficios de regímenes asentados sobre la tortura y el asesinato son, ante todo, gente mala.

Porque podría hacer una análisis político. Podría hablar de los paraísos fiscales y del papel que juegan en el sistema económico mundial y como son perfectamente tolerados por los líderes mundiales. También podría hacer hincapié en la interdependencia y cómo es imposible analizar casi ningún fenómeno social en el mundo sin tener en cuenta estas redes financieras.

Pero no, lo que más me apetece decir es que son gente mala. Igual que nuestros padres nos decían que no fuésemos con tal o cual persona porque eran malas compañías, esta gente representa las peores compañías que puedes echarte. Porque no se trata de gente que no conoce la procedencia del dinero de sus bancos. Saben perfectamente que el dinero de Mubarak o el de Obiang o el de tantos proviene del latrocinio y el expolio de pueblos condenados a la miseria. Pero les da lo mismo.

Son esa clase de gente con la que no se aguantaría más de cinco minutos hablando sin que te pueda la indignación al ver su sonrisa helvética, impoluta, comentando los últimos avances del Acuerdo de Basilea en cuanto a reglamentación bancaria. Y termines por escupirles en la cara.

Si esto fuese un mundo normal, no ya bueno o justo, sino simplemente normal, esta gentuza sería objeto del mayor de los desprecios por parte de las personas decentes. Como no vivimos en mundo normal, esta gentuza no sólo es respetable, sino que viven con un aura de superioridad que lo único que hace es que aumente la rabia y el odio hacia ellos y lo que representan.

Putos brokers (II)

Banqueros, esos grandes servidores públicos

Lo confieso. Yo he invertido en bolsa. No mucho dinero, unos poco miles de euros, pero invertido al fin y al cabo. Y no sé si estoy orgulloso. No lo sé, pero es posible que, con mi dinero, se hayan realizado negocios tan poco edificantes como especular con alimentos o fabricar armas.

Realmente yo no soy el dueño de mi dinero. Yo, un trabajador honrado, voy al banco, y decido ahorrar el poco dinero que he ahorrado. Allí, un señor muy amable con una corbata roja (voy al banco más grande, el que, según me han dicho, es más fiable) me ofrece distintos modos de ahorrar. Yo no entiendo mucho, pero me parece bien que con mi dinero se genere más dinero. No lo cuestiono, simplemente asumo que esto es así, y que en el interés que me va a generar el dinero no hay nada malo. Elijo un plan de ahorro que invierte una parte del dinero y que, en función del resultado, me puede generar más o menos interés.

Pero un día tengo una pesadilla. No sé por qué, pero empiezo a seguir el rastro al dinero. Y, de repente, llego a un país de esos que sé que existen porque he visto la televisión, uno de esos con negros que se mueren de hambre. Y una señora dice que en los últimos años el precio del trigo ha subido mucho, y que ya no lo puede comprar. Y yo, ¿por qué estoy soñando esto?

Inmediatamente, sigo soñando, aparece ese señor tan amable de la corbata roja. En el banco, delante del ordenador. Como tiene que invertir mi dinero lo ha juntado al de otros ahorradores y lo ha dejado en manos de un fondo de inversión con el que el banco tiene un acuerdo. Allí, como mi plan de ahorro no es de mucho riesgo van a valores seguros. Y qué más seguro, ahora que estamos en crisis, que invertir en trigo. Así que ha invertido en trigo. Y el precio del trigo ha subido.

Me despierto. Estoy totalmente sudado. No he entendido bien el sueño. Aunque tengo una gran sensación de culpa. No sé muy bien por qué pero ya no puedo dormir. Ni sé si volveré a dormir.

*Una de las grandes paradojas de la vida del occidental es que el capitalismo nos ha hecho a la vez víctimas y verdugos. Somos víctimas de un sistema que nos convierte en números y nos precariza la vida para generar plusvalía a unos pocos. Al mismo tiempo, por acciones aparentemente neutras, estamos reproduciendo un sistema que condena a mil millones de personas a no saber si al día siguiente van a comer.